El
artículo “El juego dramático en la educación primaria” tiene como eje principal
exponer los beneficios de la asignatura que se impulsó en la LOGSE, llamada
dramatización. A la vez que diferenciarnos esta del teatro, nombrarnos las grandes
tendencias dramáticas y ofrecernos unas pautas de actuación para poder realizar
adecuadamente las actividades en los talleres de dramatización.
En primer
lugar, nos habla de que en la actualidad aun no se le dan los suficientes
recursos a la materia de la dramatización, lo que hace que no se pueda llevar a
cabo de una manera adecuada. Ya que, la autora nos afirma que no se forma a los
profesores en el arte de la dramatización, lo cual hace que les sea más difícil
enseñarlo. También, nos dice que en la educación primaria no se tiene en cuenta
el aspecto pedagógico que puede tener el juego.
En
segundo lugar, Tejerina, I. nos comenta las cuatro grandes tendencias
dramáticas, las cuales son: anglosajona, germánica, francesa y oriental.
Además, la escritora nos plantea la dramatización no como una preparación para
ser actor si no para que el niño se exprese personalmente, para que el alumno
coja confianza en sí mismo y así poder ser creativo. Teniendo en cuenta que si
el niño se libera del miedo a equivocarse, este no estará presionado y eso le hará
utilizar todo su potencial, lo cual le ayudará a desarrollar las habilidades
como la expresión oral, la memoria y como no la creatividad. Como también,
favorecerá las relaciones con la gente al participar en actividades grupales.
En tercer
lugar, la autora nos da diversas definiciones de juego, dándonos a entender que
es el pilar básico de la dramatización. También, nos ayuda a diferenciar el
teatro de la dramatización con cuatro palabras, el teatro en actuar ante
(Tejerina) y la dramatización compartir con (Tejerina).
Esta ve la dramatización como una actividad de conjunto, la cual hace que el
niño aprende colaborativamente y trabaje las destrezas antes mencionadas.
Además, el juego en la dramatización ayuda a crear y a consolidar normas de
conducta, lo que le ayuda al niño a integrarse en la sociedad. Además, libera
al niño de su conducta normal porque le hace transformarse en otros individuos.
En cuarto
lugar, se nos da unas pautas que se deben seguir para hacer adecuadamente las
actividades en la asignatura de dramatización o en los talleres respectivos,
como son: que el juego siempre tiene que ser placentero, gratifícate y libre,
que haya libertad de participación para no crear un clima negativo, que todos
los niños participen pero sin obligarlos a jugar… todo esto es necesario para
crear un clima positivo y creativo.
Por
último, la autora nos afirma que en las escuelas siempre hay un lugar para el
juego dramático, siempre y cuando los docentes tengan ganas de trabajar,
implicarse y aprender de los alumnos para poder llevar a cabo una educación
creativa y participativa.
BLIJ, Tejerina, El juego dramático en la educación
primaria, Aarón Asencio Ferrández
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